¿Qué es la terapia sacro-craneal? Beneficios y aplicaciones
En nuestro centro de Almería nos formamos continuamente para ofrecer a nuestros clientes los mejores tratamientos y las soluciones más efectivas a lo que necesitan. Rosa Lombardero es terapeuta de sacro craneal desde hace bastantes años aplicándola cuando es necesario para mejorar el bienestar de las personas que acuden a ella. Hoy desde este blog te informamos de ¿Qué es la terapia sacro-craneal? Beneficios y aplicaciones en los que te puede ser útil.
La Terapia Craneosacral es una técnica manual muy sutil, que ayuda a restablecer los procesos naturales de reequilibrio y curación del cuerpo. El terapeuta detecta las zonas de bloqueo o inmovilidad, que indican tensión y mal funcionamiento.
Todos tenemos un cuerpo con una gran capacidad de autocuración. De aquí se derivan la mayoría de los efectos beneficiosos de esta terapia, ya que el terapeuta, desde la más profunda escucha corporal, emplea su tacto únicamente para apoyar dichos mecanismos y estimular su acción. Esta misma escucha se utiliza para la evaluación. Un terapeuta experimentado podrá percibir el lugar anatómico exacto donde se encuentra la causa de un problema. De esta forma podrá trabajarse la causa, aunque esté anatómicamente lejos del síntoma, y después se podrá trabajar con el síntoma.
La Terapia Cráneo-Sacral se utiliza para tratar una gran variedad de problemas de salud, es una terapia tan suave y segura que es apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad.
Al tratarse de una terapia global de todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración.
Estos son, entre otros muchos, algunos de los problemas de salud más comunes de los que puede beneficiarse con la Terapia Cráneo-sacral:
Las patologías que puede intervenir son muchas: cefaleas craneales, dolor de cabeza, mareos y vértigos, acufenos (pitidos en los oídos), moscas volantes (puntitos que ve el ojo), neblina en los ojos, ansiedad o stress y alteraciones del aparato digestivo.
Esta terapia también es positiva para personas que han padecido un infarto o un ictus cerebral y una apoplejía o embolia cerebral. Después de la fase aguda, mejora el movimiento del líquido cefalorraquideo, nutriendo el cerebro, mejorando la circulación craneal y ayuda a la recuperación.
La terapia TCS, es suave, indolora y no invasiva. Pero lo más importante es que puede utilizarse en cualquier persona. Los niños que sufren hiperactividad, alteraciones en el comportamiento, espasmos musculares o han sufrido durante el parto, también pueden ser tratados.
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