Para hablar del tratamiento de polaridad hay que hablar del principio de la esencia y la energía en movimiento, expresión y sensación. La energía necesita un centro desde el cual parte y un objetivo hacia el cual fluye. El polo positivo en su flujo hacia el exterior, se expresa en forma de corrientes motrices, mientras que en el necesario flujo de regreso, la corriente centrípeta o polo negativo, se expresa en sensación.
La fuente de energía proviene de un centro neutro interno, alrededor del cual giran las corrientes, al igual que los protones y electrones alrededor de un neutrón. Para que la energía en movimiento pueda funcionar, ha de realizarse esta triple acción. Tan pronto como se interrumpe este circuito empiezan a aparecer cambios que, en el cuerpo humano, son interpretados como dolor o enfermedad.
¿Qué beneficios obtendré de la terapia de la polaridad?
La Terapia de Polaridad restablece el libre flujo energético, y eso, aporta beneficios a todos los niveles (físico, mental y espiritual). Aunque estos pueden notarse incluso después de la primera sesión, suelen hacerse más evidentes a medida que aumenta el número de sesiones recibidas puesto que los bloqueos energéticos se van liberando y la sensación de bienestar con uno mismo y con el entorno incrementa.
